Una licencia se refiere a los derechos de uso otorgados a través de un contrato para una marca. En los acuerdos de licencia de marca, la persona a la que se otorga la autoridad obtiene el derecho de usar el nombre comercial, no la propiedad del nombre en sí. Por lo tanto, los derechos de uso básicos de la marca permanecen con el propietario de la marca. En este caso, el acuerdo de licencia es rentable para ambas partes. Gracias a los derechos de uso de la marca, el propietario del nombre comercial tiene la oportunidad de difundir aún más su marca, mientras que la persona que recibe la autoridad de marca puede usar el nombre existente sin tener que crear, promover, registrar y proteger un nuevo nombre comercial.